La felicidad es
un rayo, un chubasco que se va tan rápido como llegó. La felicidad es
fugaz,
no la vimos venir que ya se fue. No tuviste tiempo de ni ilusionarte con la felicidad que pasa una ráfaga que te deja perplejo, mas vacío y desnudo que antes. Hay que aferrarse bien fuerte a la felicidad porque está hecha de aire, y rápidamente se nos puede escapar de las manos.