Hay cosas que me gustan. Son muchas. Muchísimas. Entre ellas, puedo enumerar las películas, los chocolates, una buena tarde con amigas, una noche fría cerquita del fuego, pensar en él, ver sonreír a mi familia, cuando salgo bien en una foto (sí, es una pavada, pero soy muy complicada y muy raras veces salgo como me gustaría), unos buenos besos, cuando me sale un ejercicio de matemática, cuando me engancho con un libro, escuchar una buena canción, jugar con mi perra Cielo, que de un día para otro me ande ese vestido que tanto amo, cuando me gusta lo que veo en el espejo, los mimos, cuando encuentro una descripción de mi misma o de mi situación sentimental en alguna canción, ir a Inglés, salir a manejar y que las cosas me salgan bien, los masajes, cuando encuentro razones para reír a carcajadas hasta que me duela la panza, cuando pienso en el futuro, una buena salida después de varios sábados de abstinencia, los abrazos y muchas cosas más, pero si hay algo que realmente amo, es bailar... Y, gracias al cielo, ahora tengo la oportunidad de hacerlo de diversas maneras, yendo a Zumba y a punto de empezar Clásico. No sólo hago lo que más amo, sino que conozco gente muy copada al mismo tiempo, que me llenan de ganas de seguir. Sinceramente, creo que no puedo ser más feliz simplemente porque no me alcanza el tiempo... ¡GRACIAS VIDA POR TODO LO QUE ME REGALAS DÍA A DÍA!